Baltensperger (1978) afirma que el racionamiento de crédito «ocurre cada vez que se rechaza la demanda de crédito de un prestatario, incluso si este está dispuesto a pagar todos los elementos de precio del contrato de préstamo». Es decir, el racionamiento de crédito puede ser entendido como una situación de exceso de demanda aún cuando el banco tiene la capacidad de aumentar la tasa de interés.
En el modelo de Stiglitz y Weiss (1981), la demanda de crédito está estrechamente relacionada con la probabilidad de éxito de un proyecto, la cual a su vez tiene una relación decreciente con la tasa de interés. Es decir, mientras mayor sea la probabilidad de que un proyecto tenga éxito, menor será la tasa de interés que el empresario estará dispuesto a pagar.
Por el lado de la oferta, ocurre que los bancos están conscientes de ello, lo que ocasionará que elijan una tasa de interés óptima ponderando la probabilidad de encontrarse a proyectos exitosos o no exitosos. Lo cual es súmamente importante, ya que implica que después del tipo de interés óptimo, los bancos no ajustarán a la alza el tipo de interés, puesto que no estarían maximizando sus ganancias. Así, una situación de exceso de demanda no se resuelve mediante el mecanismo de ajuste de precios (en este caso, la tasa de interés es el precio).
Y, precisamente esa es la causa que afirman Stiglitz y Weiss (1987) que provoca el racionamiento de crédito, pues la tasa de interés de equilibrio es mayor a la tasa de interés que maximiza las ganancias del banco, sin embargo los bancos siempre ofrecerán la segunda, que es más baja que la de equilibrio. Ocasionando así un problema de exceso de demanda que obliga a los bancos a racionar el crédito tomando en consideración un criterio objetivo que los permita decidir a qué proyectos les conviene otorgar créditos.
Implicaciones para el desarrollo.
Como argumenta Marshall (2007), uno de los sectores más afectados de la economía por el racionamiento crediticio es el sector PYME, lo cual es de vital importancia para el desarrollo debido a que esta emplea a un total de 77% de la población económicamente activa (PEA), según datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Esta desventaja también genera condiciones anticompetitivas, pues si el sector PYME no tiene el financiamiento necesario para llevar a cabo sus proyectos de inversión, a diferencia de las empresas grandes, la concentración en el mercado sería cada vez mayor y, aumentaría considerablemente el poder de mercado de dichas empresas; llevando hasta disminuciones en el bienestar social.
José Luis Rodríguez Guzmán
Socio de Universidad Cristóbal Colón
Email: jlrodriguez5@uc.cl
Twitter: @jluisrg_
Referencias:
Baltensperger, E. (1978) Credit rationing: issues and questions.
Stiglitz y Weiss (1981) Credit Rationing in Markets with Imperfect Information.
Marshall, W. (2007) Estructura de mercado, racionamiento crediticio a las Pymes, y la banca pública.
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