El vestir de manera adecuada es un derecho humano reconocido de manera internacional como parte fundamental para alcanzar un nivel de vida adecuado, todo ello amparado en el artículo 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (ONU, 1948). No obstante, como cualquier otro sector e industria, la economía textil ha mostrado en periodos recientes, diversas inconsistencias relacionadas con el contexto ambiental y social.
De acuerdo con Elizabeth Reichart y Deborah Drew (2019), exponen que con base en las investigaciones realizadas, la producción de una sola camisa de algodón requiere de un consumo de 2 mil 700 litros de agua, realizando una analogía donde dicha cantidad sería la equivalente para cubrir la hidratación de una persona por al menos dos años y medio; ahora bien, según Paola Escárcega (2020), para el Programa Universitario de Estudios sobre Asia y África, el teñido de textiles es un proceso que se ubica como el segundo contaminador de agua más grande del mundo, pues se requieren de 2000 galones de agua para confeccionar unos jeans (Escárcega P., 2020 como se citó en PNUMA, 2018).
La industria de la moda es un sector que se ha posicionado a raíz de la alta demanda generada por el incremento de la población, no obstante, y bajo la premisa mencionada, el impacto social no ha sido un sector beneficiado, ya que, a pesar de la industria cubre la necesidad de vestimenta, también afecta a las y los trabajadores de cada una de las empresas que se dedican a dicho giro. Los diversos problemas que abarcan el contexto social radican en la sobreexplotación y la remuneración del trabajo, ya que de acuerdo con Elizabeth Reichart y Deborah Drew (2019), el salario que percibe en promedio una persona de Bangladesh, cuya labor es la producción textil, es de aproximadamente 96 dólares al mes, cuando, para que una persona pueda subsistir con las comodidades básicas que permitan una vida digna, requiere de tres veces la remuneración promedio.
Es entonces que el incremento del consumo textil se había presentado por una constante presentación de cambios en la moda, sin embargo, en los últimos dos años, el sector textil se ha visto afectado por la pandemia del SARS-CoV2, pues de acuerdo con el contenido de Javier Salvatierra (2021) en El País, a nivel global existió una perdida en ventas, afectando entre unos 20 y 25 puntos porcentuales menos de lo que en promedio se operaba. En el mundo, la importancia adaptarse a las condiciones es importante para mantenerse vigente y no quedar relegado, es por ello por lo que las circunstancias a raíz del contexto de salud, así como la consideración adecuada del sector económico y social, comienzan dando pie a una posible y necesaria reestructuración de la sostenibilidad en la industria textil.
Con el contexto presentado te invitamos a investigar y a realizar un análisis; puedes tomar las siguientes preguntas como base de tu investigación:
¿La industria textil debería aplicar de manera inmediata normas ambientales?
¿Qué impacto económico tendría la correcta regulación ambiental y laboral de la industria textil?
¿Cómo ha intervenido el contexto actual provocado por la pandemia para producción y ventas dentro del comercio internacional de la industria de la moda?
¿Qué requiere la industria de la moda para convertirse en un modelo sostenible?
¿Cómo intervienen los ODS en la posible reestructuración del modelo de producción de la industria textil?
Referencia:
Escárcega, P. (2020, 3 de junio). FAST FASHION, ¿Es realmente necesario?. Programa
Universitario de Estudios sobre Asia y África. http://pueaa.unam.mx/blog/fast-fashion
Organización de las Naciones Unidas. (1948, 10 de diciembre). Declaración Universal de
Derechos Humanos. Naciones Unidas. https://www.ohchr.org/EN/UDHR/Documents/UDHR_Translations/spn.pdf
Reichart, E. & Drew, D. (2019, 5 de marzo). Los impactos económicos, sociales y ambientales de
la moda rápida. WRI México. https://wrimexico.org/bloga/los-impactos-econ%C3%B3micos-sociales-y-ambientales-de-la-moda-r%C3%A1pida
Salvatierra, J. (2021, 1 de marzo). Crisis en la industria textil: un 2021 con la moda de hace un